+

“Llevaba meses con ganas de reinvertir, pero con miedo. No quería arriesgar lo que la familia había construido. Con su ayuda tomamos la decisión con claridad y sin miedo. Lo mejor fue que no solo me dijeron qué podía hacer, me ayudaron a entender el porqué.”

“Nunca me imaginé cuánto dinero tenía realmente parado en inventario. Cuando empezamos a trabajar con ellos y lo pusimos sobre la mesa, fue como si se abriera una puerta que no sabía que existía. Le dieron flujo saludable a eso, y fue como sacar dinero de donde pensábamos que no había, sin endeudarnos ni arriesgar nada.”

“Mi contadora siempre hizo bien su trabajo, pero no siempre me daba la información que yo sabia había forma de conocer. Eso fue lo que ellos trajeron: dirección, claridad y estrategia. No vinieron a reemplazarla, vinieron a dar visión y conectarla con las areas del negocio.”

“Facturábamos fuerte, pero a final de mes no se notaba. Nos ayudaron a ver en qué se nos iba todo y cómo cambiarlo. Me gustó mucho que entienden que uno como dueño puede no tener mucho conocimiento financiero y no juzgan, te ayudan a mejorar con soluciones claras.”

“Contratábamos gente por necesidad, pero nunca supimos si eso nos estaba ayudando financieramente. Ellos nos ayudaron a medir, entender y a decidir. Lo mejor es que no se enfocan solo en números, entienden que un negocio es mucho más que eso.”

“Cometimos un error con una decisión importante y nos costó caro. Sentía que no había salida. Ellos llegaron en un momento clave. Nos ayudaron a ordenar y a recuperar rumbo.

“Llevabamos años trabajando sin parar, pero no sabía si lo que hacíamos realmente nos acercaba a algo. Ellos nos ayudaron a poner dirección, a ver qué sí aporta y qué no. Lo mejor fue sentir que no solo nos daban números, sino que la conectaban con nuestras operaciones.”

“Vendíamos bien, pero no entendía cómo cada mes estábamos igual o peor. Cuando entraron al negocio, nos ayudaron a ver todo de forma distinta. Por primera vez tuvimos control de verdad. Lo que más me gustó fue que no vinieron a opinar desde afuera, se involucraron como si fueran parte del equipo.”

“Parecía que íbamos bien, hasta que sentí que todo era deuda. No sabía ni por dónde empezar. Ellos no solo nos ordenaron, nos ayudaron a respirar. Me gustó mucho que entendieron el negocio sin necesidad de que yo les explicara todo. Se nota que han estado en esto.”

Sabíamos generar flujo, conseguíamos clientes, crecimos el equipo pero llego un punto en el que no sabíamos que teníamos y como mejorar, nos ayudaron a organizar todo y por fin tener visibilidad real. Lo mejor es que no llegaron con soluciones genéricas, entendieron perfecto cómo operamos y se adaptaron a nuestra forma de trabajar.”

“Tenía años trabajando y aún no sabía cuánto ganaba yo como dueño. Con ellos, por fin entendí cómo separar lo del negocio de lo mío. Eso me dio una paz que nunca había tenido. Sentí que alguien por fin veía mi negocio como un medio para mi vida, no solo como una empresa.”

“Estábamos creciendo muy rápido por apalancarnos con deuda. Los números se veían bien pero algo se sentía frágil. Con ellos, pusimos límites, orden y una ruta clara. Lo que más valoro es que entienden cómo funciona un negocio realmente, no solo las finanzas.”